miércoles, 7 de enero de 2009

Ensayo de la formación docente

FORMACIÓN CONTINUA
La formación de profesores siempre ha sido tema de preocupación del sector educativo y así lo testifican la cantidad de acciones que, en cada plan gubernamental, se proponen para atender a esta problemática.
De igual manera se puede afirmar que el profesor, en cuanto actor central del proceso educativo, es tema de interés múltiples agentes que coinciden en señalar la importancia de su formación continua.
Por otra parte, la evaluación es otro proceso que ha formado parte fundamental de las políticas publicas en nuestro país – particularmente con mayor presencia desde los años noventa- por lo que no seria de extrañar que las acciones de formación continua también sean objeto de evaluación en los próximos años.
Si la evaluación de la que se esta hablando llega a ocurrir, será necesario actualizarnos y tomar una buena postura ante las polémicas sobre como concebir la formación de los profesores, ya se trate de la inicial o de la continua.
FORMACIÓN:La formación consiste en un proceso que faculta para la adquisición, estructuración y aplicación experta de conocimientos, habilidades y valores, considerados imprescindibles para el desempeño de una función, proceso que requiere como fases, una primera inicial de base y otra continuada de actualización. En el caso de la formación docente existe una triple dimensión:
La formación intelectiva: Respecto a las competencias teórica y práctica propias del área de conocimiento en la que es especialista el docente, estrechamente vinculada al magisterio e investigación universitarios. Esta formación sigue las líneas de investigación de la comunidad científica.
La formación aplicativa: Respecto a las destrezas que el docente debe adquirir para ser capaz de transmitir con eficacia a los educandos la formación que la comunidad escolar y la sociedad que la acoge estiman como pertinentes, referidas a la competencia o área de conocimiento de las que es especialista el docente. Esta formación depende de la corriente pedagógica y didáctica imperante en la comunidad educativa.
La formación ejecutivaRespecto a las acciones educativas concretas que el docente pone en práctica en su aula para lograr unos objetivos didácticos concretos, conforme a una metodología y evaluación concretas. Esta formación depende del conocimiento experto de la eficacia de los distintos diseños curriculares y programaciones didácticas.
Este concepto de formación docente es el que se ha visto radicalmente alterado por el advenimiento de la sociedad de la información y la exigencia, desde todos los círculos, de su necesaria transformación en sociedad del conocimiento.
A los docentes se les plantean problemas diferentes y nuevos. La materia de su actividad, de por sí, es cambiante y, además, tienen una nueva función: enseñar para aprender. Es decir, ahora es clave que los alumnos aprendan a desarrollar procesos cognoscitivos para ser aplicados a situaciones reales; y no sólo aplicaciones del conocimiento.
Es una nueva función del docente porque no se enseña igual (tampoco se aprende igual) un conocimiento establecido, probado, comprobado, que una habilidad, una actitud, o lo más demandado ahora por la sociedad, una competencia.
RETOS EN LA FORMACIÓN DE DOCENTES
Las nuevas funciones y demandas al docente repercuten en la formación del mismo; se vienen a sumar a la complejidad propia de ese campo.
Una forma de analizar esa repercusión es a partir de la característica de "no dejar la escuela", propia de la formación de docentes. Esa peculiaridad es fuente de varias tensiones. Tres son relevantes: entre teoría y práctica, entre lo objetivo y lo subjetivo y entre pensamiento y acción.
Tensión entre teoría y práctica
Es quizá la más importante. El alumno de una escuela de docentes requiere dominar la filosofía y la teoría del aprendizaje, de la conducta humana, del desarrollo de la persona y de la escuela, tanto en sus aspectos psicológicos como en la dimensión social o sociológica.
Enseñar, suscitar aprendizajes en personas concretas supone dominar cómo y por qué se lleva a cabo el acto educativo. Además, debe dominarse la teoría de las materias en las cuales se pretende propiciar ese aprendizaje.
Por otro lado, el docente se enfrenta en la práctica a hechos no conocidos durante su formación, pues el desarrollo real de la vida escolar se da en medio de situaciones múltiples y muchas veces únicas. Para enfrentar esa situación el docente recurre a su intuición. Y así conforma un saber práctico que entra en tensión con la teoría aprendida en la escuela.
El docente, en su formación (y luego en su actividad profesional), se encuentra con dos fuentes de incertidumbre. Por otra parte, el docente, en su acción, se enfrenta a la incertidumbre acerca de la consecución del logro buscado o pretendido.
Tensión entre objetivo subjetivo
En la misma medida en que se sustentó el supuesto técnico, se sustentó el objetivismo en la formación de docentes, pues se trataba de formar para "un saber hacer" prescriptivo. Todo era reducible al cumplimiento de normas objetivas cuya eficacia estaba probada por el uso y la costumbre, y el supuesto éxito alcanzado.
Para nada se veía, como hoy, que los problemas de la práctica docente dependen de los sujetos que los definen. Tampoco que la enseñanza y el aprendizaje suponen una reestructuración perceptiva y que el proceso educativo se desarrolla entre sujetos y con sujetos; y que reestructura los modos de pensar, percibir y actuar de quienes aprenden.
La pretensión objetiva, prescriptiva del acto técnico, entra en tensión con el hecho educativo intencional en el cual la dimensión de la subjetividad es clave, pues son los sujetos quienes se educan y lo hacen junto con los sujetos docentes.
Optar por el sujeto, junto con la entrada de la experiencia práctica, valida y hace indispensable que los sujetos docentes verbalicen los propios supuestos, las experiencias mismas y los puntos de vista personales para someterlos a la crítica metódica, ahora sí, usando la teoría objetiva.
Si el docente adquiere en la formación un espíritu de crítica metódica, la capacidad para comparar distintos enfoques y revisar supuestos y consecuencias, podrá evitar las rutinas "técnicas" que pierden sentido al repetirse sin medida. Podrá aspirar a generar, y también a enseñar, nuevas alternativas y nuevos valores, es decir, será un docente atento a la consecución de competencias.
Tensión entre pensamiento y acción
Poner el centro de la formación de docentes en el "saber hacer" ocultó los procesos de pensamiento propios del proceso de enseñanza–aprendizaje.
La orientación a un tipo de acción técnica aunada al objetivismo llevó casi por concomitancia inmediata a una educación de carácter memorístico y enciclopédico, en la cual ciertas operaciones del pensamiento sencillamente se subordinaban a la prescripción.
Utilizar diversas fuentes de información, confrontar conductas, comportamientos y conceptos; organizar datos, reflexionarlos por sí mismo y en grupo, enjuiciarlos, comprobarlos y valorarlos, son operaciones de alto valor formativo. Equivale a pensar y aprender a pensar.

Sin embargo, la docencia es una esclava de los hechos cotidianos. Los problemas escolares demandan una solución inmediata y activa. No pueden esperar. La acción tiene primacía sobre el pensamiento, cuando se observa acríticamente la docencia. La inmediatez es fuente de rutinas y la rutina de costumbre sin sentido, y de ahí a la muerte de la iniciativa y la creatividad no hay sino un paso.
Y la formación docente es complaciente con este centro en el "saber hacer", pues finalmente el docente es quien debe lidiar todos los días con el grupo escolar. De la renuencia a pensar se pasa a la renuncia del pensamiento. Nada más funesto para enfrentar el reto de las competencias y de las nuevas funciones de la escuela y el docente.
FORMACIÓN CONTINUAACTIVIDADES DE ACTUALIZACIÓN Y CAPACITACIÓN)
La formación continua, no supone la acumulación sin sentido de conocimientos sino la posibilidad de transformar las prácticas educativas en favor del aprendizaje de los alumnos.”
Formación continua para colectivos docentes
La finalidad es impulsar acciones permanentes de actualización desde la escuela, teniendo como principales actores a los colectivos docentes, por ello le tenemos propuestas prácticas y flexibles para contribuir a mejorar su trabajo cotidiano.
Formación continua para maestros en lo individual
Se busca proporcionarle información sobre cursos, talleres, diplomados y otras opciones de formación, impartidas por instituciones de educación superior.
ACTUALIZACIÓN
Exámenes nacionalesSon un elemento cuya finalidad es contribuir a que cada profesor que sustenta un examen nacional realice una valoración acerca del dominio de los contenidos básicos del quehacer docente, en congruencia con los propósitos y enfoques de los planes y programas de estudio vigentes para cada nivel de educación básica.
Las ventajas que ofrece participar en este ejercicio es que cada sustentante recibirá un diagnostico personalizado y confidencial, sobre lo que conoce y lo que le falta por saber respecto de lo medido en el examen y que – siempre – está relacionado con la enseñanza y el aprendizaje. Además, tendrá sugerencias bibliográficas accesibles para trabajar, como decida, sobre sus fortalezas y sus retos como docentes.
Objetivo de los ENAMSLos enams tienen la intención de alentar y reconocer los procesos de formación emprendidos por las maestras y los maestros en servicio, y contribuir a la transformación de sus prácticas educativas al brindarles elementos para la toma de decisiones y el diseño de estrategias para mejorar el aprendizaje de los alumnos en las escuelas de educación básica. De esta manera, los exámenes tienen el propósito de poner a disposición de los profesores en servicio alternativas para:
A) Conocer su nivel de logro académico en el desarrollo de diversos programas de formación continua, dentro y fuera de la escuela.
B) Acreditar los cursos nacionales de actualización, así como los conocimientos adquiridos durante el desarrollo de los procesos de estudio independiente o de actividades presenciales.
C) Obtener el Diploma sep de reconocimiento al mérito académico.
Por ello, la sep anualmente pone a disposición de los profesores de educación básica, los Exámenes Nacionales para la Actualización de los Maestros en Servicio, como una opción para reflexionar acerca del nivel de dominio que han alcanzado sobre temas vinculados estrechamente a su quehacer profesional.
Los Exámenes Nacionales para la Actualización de los Maestros en Servicio, una oportunidad para reflexionar sobre lo aprendido y lo que falta por aprender.
PROGRAMA NACIONAL DE ACTUALIZACIÓN PERMANENTE
EL ProNAP (Programa Nacional de Actualización Permanente) tiene como propósito apoyar a los maestros, directivos y personal de apoyo técnico-pedagógico de educación básica en servicio, en la construcción de un punto de partida común, desde el cual se desplieguen el estudio, la reflexión, la renovación permanente y el mejoramiento de las formas de enseñanza.
Por conducto de los Centros de Maestros (CM) se ofrecen diversos programas de estudio orientados a mejorar el desempeño profesional de los profesores a partir de la problemática detectada en el grupo, la escuela y el nivel en que laboran.
Cuál es la misión del ProNAP?
Contribuir a crear las condiciones para que todos los alumnos tengan acceso a profesores calificados y para que ambos, estudiantes y maestros, aprendan en las aulas y en las escuelas.
¿Qué son los Centros de Maestros?
Son espacios propicios para el trabajo en colectivo docente, donde se desarrollan los cursos y talleres con acompañamiento académico especializado. El sustento cognoscitivo de los Centros se encuentra en sus bibliotecas, videotecas y audiotecas, constituidas por acervos idóneos para la actualización docente

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